miércoles

Nuestros cuentos: Es más fácil hacer las cosas bien... que mal

En el colegio tenemos que hacer un trabajo en equipo y ya hemos formado los grupos.
El trabajo trata sobre el campo. Algunos grupos lo han hecho de animales, otros de plantas, otros de flores, otros de árboles...etc.

Patricia, Irene, Mari Carmen y Julia lo han hecho de animales. El lunes se juntaron todas en casa de Patricia, mientras hacían el trabajo, empezaron a discutir...
Patricia preguntó:¿Qué pasa? y todas a la m isma vez gritaron :¡Es que hay muchos animales! e Irene dijo:"pues no los ponemos todos, sólo ponemos unos cuantos y se acabó".

Todas estaban de acuerdo, pero cuando lo entregaron a la profesora, se lo hizo repetir porque lo habían hecho muy deprisa, y no se habían forzado casi en buscar información sobre el tema que tenían que investigar.
A la segunda entrega tampoco lo hicieron bien, y entonces se pararon a pensarlo seriamente, y dijeron: "Debemos hacerlo bien y forzarnos todo lo que podamos, está claro que no vale cualquier cosa"




Cuando se pusieron manos a la obra y se dejaron de jugar y tontear en las reuniones de los grupos, como habían hecho las otras veces, el trabajo les salió bastante bien.
Esta vez la profesora las felicitó, diciéndoles:"Muy bien hecho¿véis que es más fácil hacerlo de una vez bien que haber tenido que repetirlo ?"
Y ellas estuvieron de acuerdo en que era verdad, que hubiera sido más fácil hacerlo bien al princio.
Y a partir de entonces , así lo vienen haciendo, ¡Enhorabuena!
Yolanda María Torrejimeno Sánchez. CEPR Juan Pedro

sábado

Nuestros cuentos: Los libroladrones de Librolandia



















Érase una vez un planeta llamado Librolandia. Todos sus habitantes eran libros. Se les llamaba librohabitantes. Los tesoros de ese planeta eran los libros.















Había casas, tiendas, hoteles, bloques de pisos, pero lo que más abundaban eran las casas de libros, las bibliotecas.







                                                                                                           












Pero,un día en Librolandia aparecieron unos ladrones que se querían quedar con todos los libros del planeta, robándolos.









Sin embargo, los librolistos, los librocuriosos y los libropolicías sospecharon algo, no les gustaban esos personajes nuevos que habían aparecido en su planeta, no sabían de donde habían venido, ni las ideas que tenían. Además los veían muy ignorantes, se veía que no leían mucho.Aún así, una noche muy oscura, con mucho frío y muy mal tiempo, consiguieron robar bastantes libros, pero al salir del planeta fueron vistos por unos chicos librolectores y avisaron a los libropolicías. Así que los ladrones fueron detenidos y tuvieron que devolver todos los libros que se habían llevado y como forma de compensar lo que habían hecho se les obligó a leer los cuentos más fantásticos y m aravillosos que nos podamos imaginar, también leyeron libros de viajes y aventuras, de ríos y mares, de peces de todo color. Después de tanto leer ., los libroladrones se dieron cuenta de que eran mucho más ricos en conocmientos que antes, y decidieron hacerse librolectores y quedarse en Librolandia para siempre.










Mª del Mar, 5º B, CEPR Juan Pedro





miércoles

Nuestros cuentos: El perro perdido











Érase una vez un perro, que era muy curioso y metiche y que se metió en una casa encantada y sus dueños estaban preocupados por su no saber su paradero. Estuvieron buscándolo durante varios días por todas partes, hasta que lo encontraron.



Pero lo encontraron en esa casa encantada, en la que había muchísimas trampas, era una casa rara, había muchos muertos y esqueletos y allí estaba el perro, pero estaba escondido entre mucho oro, ya que la casa


                                                  





tenía el oro de toda la ciudad. Y los dueños , le pidiero ayuda al perro para sacar todo el oro que habían encontrado. el perro estaba deslumbrado con el brillo de la joyas que habían encontrado allí y ayudó a sus dueños a repartir tanta riqueza entre los vecinos pobres y necesitados del pueblo y no se volvió a escapar.



                                              
Alba, CEPR Juan Pedro

Nuestros cuentos: Saimerej- Saimerej






Había una vez una niña a la que de pequeña la perseguía una nube. Antes de nacer fueron a ver a un sabio y le predijo que una nube la iba a perseguir y que le echaría agua y tormenta.



Cuando la niña tenía tres años, un día abrió la puerta y estaba allí, allí estaba la nube, en su puerta, esperándola.


Decían que había otro sabio que sabía cómo quitarse la nube de encima, aunque costaba quitársela. Utilizaba unas palabras mágicas dicen,y que sólo una persona podía decir esas palabras









El sabio fue al pueblo y se encontró con la niña, le preguntó que por qué lloraba y que por qué llevaba el chubasquero encima si no estaba lloviendo.



La respuesta de la niña fue que mirara hacia arriba, que allí estaba lo que a ella la perseguía.



¡Ajá!, voy a quitátela de encima con mis palabras mágicas: FURUTÉ OF THI LHA MAISEGIND





y la niña se fue librando poco a poco.



Al final de millones y millones de veces repetirlas, dijo el sabio que habría un desequilibrio de épocas, y que cada año cambiaríamos de época, iríamos de la prehiostoria a la edad moderna, y así año tras año y que otro sabio nos podría salvar. Así que tuvieron que buscar a otro sabio para librarlos de ese maleficio con otras palabras mágicas: Saimerej- Saimerejej.



Cuento colectivo. CEPR Juan Pedro

lunes

Nuestros cuentos: La pulguita










Érase una vez una pulguita muy chiquitita que vivía en Dinaquía, un pueblo que estaba muy cerca de Dinamarca, y que se llamaba Chiquitina.



Era muy aventurera y le gustaba mucho viajar y conocer lugares lejanos. Siempre se la pasaba viajando de un lugar para otro, viviendo innumerables aventuras, de las que, a veces no salía muy bien parada. No siempre se lo`pasab bien y además sentía mucha nostalgia de sus familiares, y así es como llegó a Alcaudete.







Tuvo que pasar muchos apuros, pues era muy chiquita y si se descuidaba, la pisaban. para venir ahasta aquí se lo pensó y tuvo laidea de venir colgada de un caniche rosa, que era de su mismo color. Ahí andaba escondida y se sentía protegida, hasta que el caniche encontró una familia adoptiva. Entonces tuvo que ir buscando a otros animalitos que le sirvieron de escondite y protección hasta volver de nuevo a casa, donde se recuperó de sus aventuras para de nuevo volver a empezar.







Cuento colectivo: Alumnos CEPR Juan Pedro







jueves

Nuestros cuentos: Los números se enfadan






Érase una vez un país llamado Numerandia, en el que habitaban todos los números, los grandes, los pequeños, los bonitos, los feos...

Cada uno estaba a lo suyo, pero, un día, hubo un gran desorden entre ellos.Todos los números no querían trabajar.

Primero se quejaban de estar simpre haciendo cuentas, y decían que eso no era normal.

Después decían que no podían ser tantas comas, tantos decimales...


También protestaban de que siempre los pintásemos de negro, y a ellos les gustaba también aparecer en otros colores.
Otra de sus quejas era que nadie les había pedido permiso para utilizarlos.


Así que tras oír sus quejas, y ver que empezaban a desaparecer los signos, los puntos, los números ordinales y después los cardinales y ver el gran caos que se organizaba en Numerandia, los habitantes de aqule país remoto comprendieron que no se habían portado bien con los números, y empezaron a utilizarlos con diferentes tipos de letras y colores y a hacerlos más bonitos y a agradecerles la ayuda que les prestaban, ay así todos se pusieron contentos y toso volvió a funcionar correctamente.






Cuento colectivo. CEPR Juan Pedro

martes

jueves

Nuestros cuentos: El oledor de vientos


Todos confiaban mucho en el oledor de vientos, hasta que un día se equivocó y no supo detectar las características de un viento muy fuerte cargado de barro que vino y les manchó sus fachadas. Entoces ya no se fiaban de él, no lo buscaban, no se fiaban de él cuando les avisaba de otros vientos dañinos, hasta que fue a avisarles de que un gran viento fuerte y destructor se estaba acercando. Fue de casa en casa avisando a todo el mundo. Les decía que recogieran a sus animales, cibrieran sus cosechas, cerraran bien sus casas, pero hubo muchos que no le creyeron y cuando el viento llegó causó mucho desastre, incluso desgracias.


Había una vez un hombre que olía tan bien el viento, que sabía de dónde venía , cómo iba a ser y todo lo que podía hacer ese viento. Por eso, todos los vecinos del pequeño pueblo donde vivía, iban a preguntarle multitud de cosas que tenían pensado hacer, para ver qué tipo de viento iba a hacer y si podrían realizarlas.




Le preguntaban cosas tan variadas como: ¿Cuándo debían relizar su siembra., recolectar sus cosechas, sacar a pastar sus animales, pintar sus casas algunos...hasta cunado debían casarse.










Los que le creyeron tuvieron mejor suerte y tomaron sus medidas para recibir al viento destructor. desde entonces le vuelven a tener en cuenta en sus predicciones y le perdonan el pequeño error del pasado.



Sandra, CEPR Juan Pedro

viernes

Nuestros cuentos: La biblioteca del Planeta Perezoso









Érase una vez un planeta donde los niños no tenían escuela y eran muy perezosos, todos menos uno que se llamaba Yaton-ton. Pero un día Yaton-ton le dijo a su madre que le extrañaba que no hubiera colegios ni bibliotecas en ese planeta. Su madre le dijo que no había nada de eso porque estaban en el Planeta Perezoso.
Al día siguiente, el niño cogió el aparato de megafonía y empezó a decir:"Los niños que quieran aprender a leer que vengan a la plaza".
De pronto, empezaron a venir niños de todas partes del Planeta Perezoso, niños grandes, pequeños, rubios., morenos,niños alegres, niños tristes...todos traían de sus casas todos los libros que podían, algunops traían cuentos, otros cualquier cosa que se pudiera leer.
Empezaron a deliberar para ver lo que podían hacer con tantos libros que habían traído desde todas partes del planeta y hablaban de los viajes imaginarios que podrían hacer por el universo a través de los libros y los personajes interesantes que podrían conocer a través de ellos, pensaron en hacer una "Biblioescuela".
A partir de entonces, los niños aprendieron mucho, valoraron la lectura y el aprender cosas, y el planeta dejó de ser el planeta perezoso, los niños acordaron llamarlo el "Planeta Lector".

Cuento colectivo: El planeta Perezoso. Alumnos del CEPR Juan Pedro

domingo

LA NIÑA QUE LE CONTABA CUENTOS A LA OVEJITA NEGRA







Una niña salió, una noche de invierno, de su casa a escondidas, sin que nadie la viera ni oyera, pero, cuando llevaba un rato caminando, empezó a oír ruidos raros, tenía mucho miedo, al fin de cuentas era una niña de doce años. Conforme se fue acercando a los ruidos que oía, encontró a una ovejita negra que se había perdido y no encontraba el camino de regreso a casa.








La niña no sabía qué hacer para calmar a la ovejita, y pensó en contarle un cuento para entretenerla.


El cuento que empezó a contarle era el cuento de “Los tres cerditos”, `pero era diferente del cuento que todos conocemos, en vez de que el lobo se los coma y éstos salgan corriendo, era al revés, los cerdos se querían comer al lobo y el lobo corría para que no se lo comieran los cerdos. Pero al fin y al cabo los cerdos se comieron al lobo. Y el lobo en la barriga de los cerdos gordos se encontró con su familia y estaban felices y cantaron y cantaron hasta que se marearon.

Los cerdos se encontraban muy pesados y tuvieron que ir al médico y tardaron mucho tiempo y casi se mueren, porque por el camino cada vez estaban más débiles. Pero llegaron al médico a tiempo y no se murieron y los curaron con una medicina curativa, que se llamaba “flan- flan”.



Y el “flan- flan” era una receta muy buena, y para que cantemos y bailemos:¿Qué es eso, eso es queso, qué queso es?






Bueno, ¡vamos a hacer la receta ya! Y no nos entretengamos. Bueno como dice ella no nos entretengamos y la vamos a hacer ya, porque yo estoy ansiosa por hacer bailar a todo el mundo.


Y nos divertimos mucho y lo pasamos muy bien. Cuando terminó todos querían bailar más pero no podían porque la receta sólo funcionaba una vez al día. Así que la ovejita negra se consoló y la vaquita gris, que era su amiga preferida, al ver que se había recuperado se algró mucho. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

Cuento colectivo. Alumn@s del CEPR Juan Pedro. Primer trimestre del curso 2010/2011.






















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