sábado

Las aventuras de Juanito y sus animales


Se lo dedico con cariño
a mi profesora y
al Colegio Juan Pedro
QUERIDO LECTOR
¡Qué sé yo cómo se escribe un cuento!
Bueno, pues, por eso precisamente, puedo decir que ignoro cómo.
El cuento se me ocurre leyendo muchos cuentos, tebeos, historias…
¡ QUÉ OCURRENCIAS TIENE LA IMAGINACIÓN¡ Y ¡ CÓMO VUELA DE UN SITIO PARA OTRO!, Pues nunca estaba contento como había salido, y lo volvía a escribir de nuevo.
Sólo que cada vez más corto. Hasta que se ha quedado en estas líneas. Y entonces, me sentí tranquilo, porque quería que mis amigos, los niños pudieran aprendérselo de memoria en un rato.
Si cada uno de nosotros es perfecto, el mundo será perfecto. Si somos crueles, falsos o egoístas, el mundo también lo será.
Si cada grano de arena de una playa es negro, la playa será negra. Si los granos son dorados, la playa será dorada. No podemos ocuparnos de todo el mundo, pero sí podemos ocuparnos de nosotros mismos.
Pero ¿qué podemos hacer para ser buenos y generosos?

Son necesarias dos cosas. Primero, es preciso desearlo, porque sin el deseo no hay forma de conseguirlo. En segundo lugar, hemos de tener cuidado con lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos.

“Esto era un niño que se dio cuenta de que había adquirido muy malas costumbres. Protestaba por todo y siempre estaba de mal humor. Era como si una bruja malvada se hubiera apoderado de él. ¿Qué hizo entonces? Pues cogió dos botes de cola-cao vacíos y dos bolsas, una llena de medias circunferencias y otra de circunferencias. Cuando tenía un mal pensamiento o decía o hacía algo malo, ponía una media circunferencia en el bote, cada vez que hacía una cosa buena, ponía una circunferencia en el otro bote.
Al cabo de un mes, el bote de las medias circunferencias estaba casi lleno, mientras que el otro bote tenía pocas circunferencias. Poco a poco, se acostumbró a decir si había obrado bien o mal, diciéndoselo a sus padres, abuelos y hermanos para que ellos hicieran igual.
Con el tiempo, su juego llegó a funcionar como por arte de magia, hasta que al cabo de unos meses se dio cuenta de que el bote de circunferencias estaba totalmente lleno, mientras que casi no había ninguna media circunferencia en el otro bote.
Como había querido ser bueno y había tenido cuidado con todo lo que hacía, había ganado la batalla y se había convertido en una persona totalmente diferente.
Se dio cuenta, de que, si todo el mundo tenía el deseo de ser bueno y se esforzaba, el mundo se convertiría más bueno, con menos guerras, ni más terrorismo, ni más violencia, ni más robos.
Si queréis que el mundo sea perfecto, comenzad primero por la persona, por los que tenéis más relación, vosotros mismos. Y el ejemplo de este niño sea seguido por otros. Deseo que mi carta sea positiva por todos los lectores tanto niños como adultos, ya que me ha llevado mucho tiempo hacer este cuento y rabietas con mi madre porque me insistía para que me dedicara a terminar el cuento, dejando mi otra gran pasión que es la bicicleta, porque no sabía cómo iba a hacer el final.





LAS AVENTURAS DE JUANITO Y SUS ANIMALES

PRIMER CAPÍTULO

Esto era hace un tiempo lejano, un niño llamado Juanito, que vivía en el campo con su padre, abuelitos y hermanos, era muy inquieto y le gustaba mucho jugar y hacerle travesuras a sus animales que tenía en su casa de campo, que era un cortijo muy bonito con los techos de cañas y vigas, que estaba rodeado de muchos árboles como parras llenas de uvas, de higueras llenas de higos; a donde bajaba una zorra por la noche a comerse todos estos frutos. También se comía las gallinas que no se metían en su corral por la noche.

SEGUNDO CAPÍTULO
Al anochecer, como no tenía Juanito con quien jugar, porque sus hermanos eran mucho más mayores y estaban cansados de trabajar, jugaba con su gato blanco que se llamaba Cirilo, cogiéndolo muy apretado porque no se fuera al pajar a cazar ratoncillos, donde tenía el alimento de su burro y toros; también se ponía a escuchar el canto de los cucos y las bubillas que se subían a los árboles para dormir, alrededor de la fuente donde bebían agua todos los animales que tenían sus padres y abuelos, para trabajar y también para alimentarse de ellos.

TERCER CAPÍTULO
Tenía su burro Platero, sus dos mulas Española y Pastora, su yegua Rogelia y sus dos vacas para arar, una que era jardinera y otra Florinda. Juanito como era muy travieso cogía ramitas de árboles para darle en el lomo de las mulas y de las vacas para que no les picaran las moscas que se paraban en ellas, pero al verlo con las ramitas de árboles el gallo de su abuela, que era muy viejo le quería picar, pues era el padre de todas las gallinas y pollitos que tenía su madre; a este gallo, le llamaba Juanito, Don Picón; cuando no le daba tiempo de meterse en la casa de Juanito porque le quería picar el gallo, tenía que subirse en los árboles que había alrededor, cual fue su sorpresa al encontrarse con su gato Cirilo subido también en ese mismo árbol, se dio cuenta de que se llevaba muy mal con su perro Curro, que era más viejo que el gallo de su abuela y dijo : Juanito ¡ caramba! con estos dos viejos, qué mala uva tienen; los tendremos que atar de una pata del árbol, para poder nosotros estar tranquilos, ¡ verdad!¿Cirilo? y el gato, parecía que lo entendía pues no hacía nada más que pegarse a él, con el rabo tieso.
CUARTO CAPÍTULO
Juanito creció y tuvo que ir al colegio más cercano de su casita de campo, y ya no tenía tanto tiempo para jugar y estar con sus animales.
Su abuelo todos los días lo sacaba a una carretera cerca por donde pasaban un autobús y por la tarde lo recogía, pues comía en el colegio al medio día; cuando llegaba por la tarde salía a recibirlo su gato Cirilo y su perro Curro muy contentos aunque ellos se llevaban muy mal. También le rebuznaba su burro Platero que lo tenía sua abuelo atado en el prado. Y Juanito decía: esto si que es vida, aunque nos alumbremos con un candil y tenga que hacer los deberes casi a oscuras ¿verdad amigos míos? Y tengamos solo una radio para divertirnos.

QUINTO CAPÍTULO
Juanito veía que algunos de sus amigos delo colegio se reían de él porque era de campo, cuando terminó el primer año de colegio, le dijo a su abuelo Jacinto, prepárame una jaula de cañas para cazar grillos en la huerta, su abuelito le hizo varias, donde metía grillos y los alimentaba durante todo el verano para que cuando llegase el curso próximo poderle dar una broma a sus compañeros, metiéndole un grillo a cada uno de los que se reían de él, en su maletín; cuando hizo esta travesura vio que al cabo de unos pocos días ya oía en el recreo decir a sus amigos: nos gustaría vivir en el campo como Jaimito; pues dormiríamos más tranquilos ya que se han venido los dichosos animalitos del campo a nuestras casas y son muy pesados con el gri, gri, gri. Pues nos reíamos mucho nosostros, pues todos los días se sabe la tabla de multiplicar y nosostros estamos cansados de hacer castigos. Así Juanito le dio una lección a sus compañeros de que no se puede uno reír de los demás.
Colorín colorado estre cuento se ha acabado.
Carmelo Luque 5º A





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